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No todo es color de rosas. Muchas veces he leído en redes sociales —especialmente Instagram— de gente que dejó su trabajo de oficina para viajar por el mundo y que recomienda que todos sigan sus pasos. Pero, siento decirles, que no todo lo que brilla es oro ni todo lo que a uno le funciona significa que también será bueno para nosotros.
No se trata de ser pesimista, sino que más bien realista. Me cargan esos pseudo-influencers (partiendo por la palabra influencer) que dan la sensación de que todo es maravilloso y que nada malo te ocurrirá si te animas a unirte al “bando” de los nómadas digitales o del trabajo remoto.
Aquí les voy a dejar mi visión de esta forma de trabajo, que ya llevo un año llevando a cabo. No soy experta ni nada, sólo es mi apreciación.
¿Qué es ser nómada digital?
Un nómada digital es una persona que trabaja desde cualquier parte del mundo ya que gracias a la tecnología puede moverse de lugar en lugar siempre y cuando tenga Internet en sus destinos. Normalmente viajan con poco peso: una mochila y por supuesto, su ordenador portátil. Un ejemplo latino que sigo en Instagram es el caso de los argentinos de Periodistas viajeros. Ellos siguen trabajando en cada lugar que visitan gracias a que su trabajo les permite esa movilidad.
Las profesiones más comunes entre los nómadas digitales son: periodistas, fotógrafos, corresponsables, escritores, diseñadores web, programadores, blogueros, community managers, desarrolladores de software y diseñadores gráficos. Obviamente no significa que no puedas emprender con tu profesión, pero algunos casos son más complicados como abogados y médicos, que dependen de las legislaciones propias del país en que sacaron su título universitario.
Los lugares favoritos para trabajar si eres nómada digital es en cafeterías o también en los famosos coworking, que al menos acá en Chile están agarrando bastante fuerza. A mí aún me cuesta trabajar en una cafetería porque siento que todo el rato te están mirando con cara como de “¿ya te vas?” versus un cowork que está diseñado para que estés ahí todo el tiempo que quieras.
¿Qué es el trabajo remoto?
El trabajo remoto o teletrabajo es una modalidad de empleo que te permite trabajar desde tu hogar, oficinas compartidas (conocidas como Coworking) o cualquier lugar en el mundo. La gracia es que no tienes horarios establecidos como en una oficina regular sino que trabajas en base a tareas u objetivos por cumplir.
Pros del trabajo remoto
1. Aumenta tu felicidad y por ende productividad. Sí, suena a publicidad pero es verdad. Como tienes más tiempo para compartir con tu familia y amigos porque no tienes que movilizarte a la oficina, andas de mejor humor porque no vives para trabajar sino que trabajas para vivir… y hacer mil cosas más. Dejé una reflexión así en un post de Instagram.
2. Ayudas al medio ambiente. ¿Sabías que la eliminación de los desplazamientos al trabajo disminuye la contaminación ambiental? Si el mundo fuese para allá, le haríamos un favor al planeta Tierra eliminando esos gastos energéticos innecesarios y reduciendo la huella de carbono.
3. Poder trabajar a la hora que más te acomode. Nos insertaron un chip de que la hra laboral es de 9:00 a 18:00 horas pero, ¿por qué tiene que ser así? Por si no sabías, existen dos tipos de personas: los alondras (que son más eficientes en las mañanas) y los búhos (que funcionan mejor de noche). Yo me siento identificada con este último y es totalmente cierto. Me cuesta un montón ser productiva a las 7-8 de la mañana, pero entre las 20 y 22 horas ando full creativa. Con este estilo de trabajo no tengo por qué madrugar porque el mundo dice que tiene que ser así, sino que trabajo en el horario que mi cuerpo manda.
4. Trabajar desde cualquier parte del mundo siempre y cuando tenga Wifi. Aún no he probado esta técnica al 100% pero sí me he escapado a la playa unos días a trabajar con el sonido del mar de fondo. Mi esquema esos días cambia un poco: trabajo temprano, durante el día salgo a recorrer o pasear (aprovechando la escapada) y en la noche termino mis pendientes. Con organización todo es posible.

Esto es lo que más me gusta del trabajo remoto. A la izquierda: en una escapada a una cafetería por Santiago. A la derecha: trabajando en Algarrobo mientras aprovechaba las vacaciones de mi familia.
Contras del trabajo remoto
1. Sin organización, podrías trabajar en exceso y “nunca” terminar. Al no tener un jefe que esté mirando todo el día si trabajas o no, es fácil tentarse en “sacar la vuelta” y darte cuenta al final del día que no avanzaste en nada. Una excelente técnica es empezar con objetivos diarios, así sabes que X cosas tienes que hacer ese día y así optimizas el tiempo. Yo trabajo con Trello y es fantástico, te ayuda a visualizar qué cosas debes hacer en el día/semana/mes y así no olvidas nada.
2. No es un trabajo para todo el mundo. ¿Por qué escribo esto? Porque hay que aprender a desestructurar tu mente. Es un trabajo en el cual debes salir de tu zona de confort y aprender a adaptarte a los cambios… pero no todos están dispuestos a esto.
3. Es un trabajo algo ermitaño. Si hay algo que ocurre en una oficina —además de trabajar— es la interacción diaria con tus compañeros de trabajo. Al no tener eso, a veces trabajar de forma remota se vuelve algo solitario. En Vulcano Travel Group (donde trabajo) hemos implementado algunas técnicas para no estar en pijama 24/7 jajajá. Por ejemplo, a veces nos juntamos a trabajar remotamente entre nosotros u organizamos comidas temáticas con el equipo para compartir un rato agradable. ¡Hay que usar la creatividad!
4. Dificulta la comunicación interna. Este punto va ligado con el anterior porque justamente no ves a tus compañeros todos los días. En mi trabajo utilizamos Slack —que es una especie de WhatsApp pero con carpetas por temáticas— para ir conversando los temas del día, además de tener reuniones diarias por Hangout. Así no dejamos que el trabajo a distancia sea algo negativo, sino que aprovechamos las tecnologías para sacarle partido.

En marzo pasado tuvimos nuestro primer Viaje Anual de Vulcano Travel Group donde estuvimos una semana recorriendo Puerto Varas. Sin duda fue clave para afianzar relaciones con todo el equipo.
Al final no hay blancos ni negros, como todo trabajo tiene un sinfín de matices que lo vuelven emocionante y entretenido a la vez. Para mí, es el mejor trabajo del mundo.
Y tú, ¿tienes ganas de trabajar remoto o ya lo haces? ¡Cuéntame en los comentarios!
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Hola! Admiro que puedas trabajar así y te felicito por ello! A mi me encantaría poder teletrabajar para poder viajar sin tener que volver a casa para ahorrar y volver a arrancar de nuevo…mi pregunta es si nunca trabajaste de eso y el sector en el que me formé no es digital (sanidad) que tipo de teletrabajo puedo acceder? Gracias!
Hola, la verdad es que teletrabajar no es taaaan sencillo como muchos lo pintan jeje. Como todo tipo de trabajo tiene ventajas y desventajas pero al final uno tiene que poner en la balanza si funciona o no para el estilo de vida que llevamos. Por ejemplo, el año pasado me fui a Valdivia por dos semanas a teletrabajar (vivo en Santiago), y fueron días bien extensos porque tenía que organizarme para cumplir en el trabajo (destinaba 4 horas AM y 4 horas en la noche) y durante el día salía a recorrer la ciudad. Dormí bien poco esos días pero valieron totalmente la pena <3 Tengo pendiente escribir ese artículo para dar algunos consejos (desde mi experiencia claramente) sobre cómo conllevar el viajar y trabajar a la vez. Y con respecto a tu duda, la verdad es que no sabría cómo ayudarte. Imagino que tendrías que analizar qué área de tu rubro (o de tus intereses, sean o no del área en que te dedicas actualmente) tendrían potencial en el mundo digital. Pero si es lo que quieres en tu vida, ¡inténtalo de todas maneras! Cualquier duda que tengas, escríbeme por acá o mándame un mensaje directo en Instagram (https://www.instagram.com/bichitoviajero) que reviso regularmente.
Abrazos!
Me interesa saber más … en cuanto a lo que te dedicas y todo
Felicidades por lo que ha sido logrando!
Hola Camila, gracias por tu mensaje tan positivo. Es un camino incluso nuevo para mí, trabajé casi 4 años en oficina en medios de comunicación y este fue un salto radical en mi vida (pero no por eso menos emocionante). Creo mucho en que uno tiene que decretar lo que quiere en su vida e ir tomando decisiones en pos de eso 😉 Un abrazo!!